1- Sólo le enseñan la violencia.2- Destruyen la certeza sin falta de ser amado, como un bebé necesita.3- Crean angustia: la angustia de la siguiente ruptura.4- Llevan consigo la mentira: pretenden ser educativas, pero en realidad sirven a los padres para descargar su cólera, y si pegan es porque a ellos les pegaron siendo niños.5- Incitan a la cólera y al deseo de venganza que permanece reprimido y que saldrá más tarde.6- Programan al niño a la aceptación de argumentos ilógicos (te hago daño por tu bien) y los inscriben en su cuerpo.7- Destruyen la sensibilidad y la compasión hacia los otros y hacia uno mismo, limitando así sus capacidades de conocimiento.
Allice Miller
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