LAS PERSONAS PREPOTENTES

Suelen aparentar ser muy seguras de sí mismas, pero en realidad es mentira, son inseguras, nada sinceras, se creen superiores respecto a los demás y tienen facilidad para darle la vuelta a las situaciones para tener siempre razón. Sin embargo, al mismo tiempo, son capaces de hacer, decir o manipular, con tal de hacerse notar y valer, para que el resto del mundo vea que son mejores que los demás y que tienen razón, aunque la mayor parte de las veces no la tengan.

Un prepotente no tiene capacidad para la autocrítica, porque no ha podido o no ha avanzado en su desarrollo psíquico. Necesita quedar por encima del resto, demostrando que es el más poderoso. Se llega a creer que nunca falla, que es el mejor, que va siempre el primero y que le da 3 vueltas al que va detras de él.

No se conoce bien a sí mismo, porque tiene una parte débil que no acepta, trasladando todo lo que considera malo de él a los demás. No acepta la responsabilidad de sus errores porque se siente culpable de no llegar a ser perfecto ya que todo sentimiento de culpa le bajaría la autoestima. Se asusta de las diferencias y tiene rasgos misóginos, racistas y dictatoriales.
Este tipo de personas no saben aceptar un NO por respuesta ante ninguna situación, aunque parezca que la puedan asimilar, realmente casi nunca la aceptan, ni tampoco aceptan que el resto de la gente no piense, ni sea como ellos. Suelen ser personas que van en tono chulesco por lo que para ellos sólo existen sus propias decisiones e ideales.
Lo que tenemos que comprender es que esas personas pueden estar a años luz de una persona segura de si misma, ya que no maduraron ni emocional ni personalmente.En estos casos, siempre digo lo mismo cuando encuentro a alguien prepotente, ME DA PENA, porque están estancados y parece que no quieren avanzar para superar sus miedos, aceptándose a sí mismos con sus defectos y virtudes.
Pero llegará el momento, en el que chocarán con alguien que les plantará cara y les dirá que no van por el buen camino, que se están engañando a sí mismos, que aunque la realidad no les guste, no pueden cambiarla basándose en mentiras ni manipulaciones, que todo el mundo no puede ser ni pensar igual, que cada uno puede opinar libremente lo que quiera, les guste o no les guste

Aunque suene tópico: "NADIE ES PERFECTO…”
Al prepotente le molesta mucho cuando argumentas educadamente, él tiene que hundir al que reconoce como superior; lamentablemente no comprende que la prepotencia es siempre eterna perdedora.